miércoles, julio 26, 2006

La cara mediática de Hezbollah

La cadena de televisión Al Manar, del Hezbollah, el grupo islámico libanés, continúa emitiendo en medio de la invasión israelí al Líbano. Su edificio fue totalmente destruido por la aviación israelí al inicio del conflicto. Sólo estuvo dos minutos fuera del aire y ahora transmite desde un lugar secreto, según describe la periodista María Laura Avignolo, enviada especial a Beirut por el diario Clarín, de Buenos Aires, en esta nota publicada el 25 de julio de 2006.

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La cadena de televisión Al Manar, la cara mediática de Hezbollah

Al Manar, la cadena de televisión de Hezbollah, es hoy una leyenda de sobrevivencia y en esta batalla en todos los frentes, la cara mediática de la guerrilla islámica en la guerra contra Israel. Nadie imagina desde dónde emiten, como lo consiguen y menos quién es el aventurado que se atreve a participar en sus programas. Pero siguen en el aire, con su programacion habitual y hasta sus "talk shows" con invitados.

Con su edificio de cinco pisos destruido por las bombas en el "perímetro" de seguridad de la milicia shiíta en el sur de Beirut, el canal de televisión de Hezbollah sólo estuvo dos minutos sin estar en el aire tras el ataque. Móvil y organizada como los milicianos que combaten a Israel comenzó a transmitir desde "algún lugar" de Beirut, inmediatamente después.

Al Manar fue un "target" israelí al inicio de la crisis. Su edificio se desplomó como un acordeón bajo una lluvia de misiles pero únicamente tuvo que sufrir un herido. El canal puso en marcha su plan de acción: como en la guerra, cada periodista y técnico sabía que debía hacer y a dónde dirigirse en caso de emergencia. El teléfono pasó a ser un instrumento estrictamente necesario y las llamadas duraban apenas unos segundos.

"En algún lugar de Beirut", el jefe de Relaciones Públicas de Al Manar, Ibrahim Farhat, conversó con Clarín para contar la aventura de hacer "periodismo comprometido" en plena guerra y cuando su cadena es para Israel un objetivo fundamental a silenciar.

Calmo, con un elegante traje beige y una remera azul, este periodista —que decidió trabajar en Al Manar porque está ideológicamente convencido de su misión— ni siquiera, afirma, siente temor. Es esa "capacidad de sacrificio shiíta", que los occidentales y especialmente los israelíes, no entienden y temen.

La entrevista implica ciertas medidas de seguridad. Es Farhat quien llega, discretamente, como cualquier transeúnte, a un lugar público. Se excusa de dar detalles por razones obvias de sobrevivencia personal.

"Al Manar es un equipo de 350 personas. Cuando la crisis estalló la dirección del canal ordenó a 70 de ellos, especialmente administrativos, que no vinieran a trabajar. Los otros 270 están todos en el lugar, motivados, ninguno se quiere ir", explicó.

El canal se ha preparado concienzudamente para la guerra. Cuando las antenas, ubicadas en diferentes regiones del país, son atacadas existen equipos técnicos que las reparan inmediatamente, a pesar de los pedidos de espera de la dirección.

"Nuestro equipo técnico es realmente heroico", afirma Farhat con orgullo.

Resistir es para los periodistas de Al Manar continuar con la emisión, es el comandante de la batalla de la opinión pública de Hezbollah. Todo su personal tiene la misma idea y la misma pasión. Es su guerra, su lucha.

Tienen corresponsales en el sur de Líbano y también al último periodista que queda en Marjajuhm, donde estaba la base de la ocupación en el sur del país. Todos los periodistas extranjeros han partido de la zona por el peligro de los bombardeos.

"Toma riesgos como todo los corresponsales de guerra, pero es un periodista. Ni más ni menos que los otros, pero más comprometido", responde Farhat, ante la pregunta respecto a si ellos son periodistas y milicianos simultáneamente.

"Nosotros somos periodistas, comprometidos, pero periodistas. Tenemos un compromiso político efectivo. Estamos en Al Manar porque creemos en la causa. No somos ni milicianos ni combatientes. No decimos que las fuerzas israelíes atacaron sino el 'enemigo israelí' atacó".

"Todo es móvil en Al Manar. En las condiciones que trabajamos, debe serlo", aclaró.

Al Manar primero fue prohibida en Europa en sus emisiones por las antenas satelitales y luego fue atacada por los bombardeos israelíes. Sus periodistas están bastante decepcionados por la escasa solidaridad de la prensa internacional por las agresiones que han sufrido.

(fin)

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