martes, diciembre 30, 2008

Gracias y los mejores regalos para 2009

2008 fue un año muy especial para mí. Viví algunos de los momentos más bellos de los 44 años que llevo transitados por este lado del universo. Por ejemplo, el anhelo concretado de recorrer París; volver a nadar en El Anfiteatro, la más hermosa playa de la Argentina; disfrutar junto a mi hija María de la música de Jaques Morelenbaum en un recital en Buenos Aires. Pero en 2008 también viví (y vivo) las más duras y terribles pruebas que puede sufrir un hombre, como la muerte de María.
A vos, que reíste y lloraste conmigo, que escuchaste mis alegrías y penas, que fuiste en este 2008 eso, “amigo”; a vos, que estuviste a mi lado desde el 11 de octubre, cuando te enteraste de la partida de María, con palabras, con gestos o en silencio; te quiero decir “gracias”.
Como hago desde hace muchos años, te expreso mi gratitud por tu amistad en este 2008 y mis deseos para vos en este año nuevo 2009 con el regalo de textos, músicas y videos que recojo por ahí. Son tres obsequios:

Primero, una oración de fin de año, de autor anónimo;
Segundo, un cuento de mi querido amigo y compañero periodista Ariel Scher, “Los mejores regalos”, tomado de su libro “Fútbol en el bar de los sábados”. Una sugerencia: Si no llegas a captar algunas palabras y expresiones del código futbolístico, pedile a un amigo amante de ese deporte que te los explique, así podrás apreciar la belleza y la emoción de este texto de Ariel. Mencioné el libro de Ariel en esta nota.
Y al final, un video de Pat Metheny interpretando sólo con su guitarra acústica una selección de fragmentos de cinco temas.

Debajo de la firma puedes leer los dos textos y ver el video.
Un abrazo y que tengas un buen 2009.

César Dergarabedian




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Oración de fin de año

Señor, Dios

Dueño del tiempo y de la eternidad,
tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello
que recibí de ti.
Gracias por la vida y el amor, por las flores,
el aire y el sol,
por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año,
el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos
y lo que con ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé,
las amistades nuevas y los antiguos amores, los más cercanos a mí
y los que están más lejos, los que me dieron su mano
y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida,
el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón,
perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,
por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
y perdón por vivir sin entusiasmo.
También por la oración que poco a poco fui aplazando y
que hasta ahora vengo a presentarte.
Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.
Pronto iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida
ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días
que sólo tú sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría,
la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad
llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra tú mis oídos a toda falsedad
y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno ,
que mi espíritu se llene sólo de bendiciones, y las derrame a mi paso.
Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo
o se acerquen a mí encuentren en mi vida un poquito de ti.
Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad

Amén

Anónimo

Fuente: Consejo Latinoamericano de Iglesias, Red de Liturgia del CLAI, www.webselah.com/red.

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Los mejores regalos

Tal vez porque avanzaba la hora de cerrar el año o acaso porque se sentía en uno de esos tiempos en los que un buen hombre necesita con urgencia reivindicar la condición humana, el Roto llegó esa tarde al Bar de los Sábados con una experiencia que demandaba entrar en la vida de otros. Llegó con la historia y, además, con un obsequio que le había engalanado el día. Como en cada diciembre, una amiga de siempre que residía lejos le había enviado un regalo de fútbol. Esta vez, el regalo era una maravilla: un penal.

"Cada regalo tiene un significado especial", contó el Roto, con los labios nadando en el penúltimo café del calendario y con el Alto, el Gordo, el Pibe y todos sus compañeros de cada sábado cautivados por la historia y el obsequio. El Roto tragó y leyó la dedicatoria: "Te mando un penal ahora que se va otro año en el que la humanidad promovió demasiadas vergüenzas cada vez que mostró cómo un pedazo de tierra puede ser la excusa para que unos hombres arrasen a otros hombres. Un penal pretende, con modestia, representar lo contrario: la posibilidad de que dos individuos enfrentados por un interés opuesto logren convivir separados por apenas 12 pasos, aunque la alegría de uno implique la frustración del otro".

Enternecido, el Roto se frenó como si estuviera evocando los ojos o las manos de su amiga y se permitió que una lágrima de café le salpicara el paladar. Interrumpiendo el silencio majestuoso que había atrapado al Bar de los Sábados, el Gordo se atrevió y le preguntó cuál había sido el regalo de 12 meses antes. "Un corner", contestó, sin requerir ni de un segundo, el Roto. "Un corner —se explayó— porque, según mi amiga, en general marchamos por la existencia como búfalos, al ritmo de una aceleración ciega, solamente hacia adelante. Un corner nos señala que los rincones del mundo merecen ser mirados y están poblados de circunstancias que valen la pena".

La tarde completa le llevó al Roto recorrer la memoria de lo que había recibido en diciembres anteriores. Habló de un saque del medio porque, casi obviamente, conviene saber que todo puede volver a empezar; y de un pase corto al pie de un compañero porque la vida está llena de brevedades sencillas que son la base de los logros mayores. El Pibe impuso su voz en el Bar de los Sábados e indagó sobre cuál había sido el primero de esa serie de regalos. El Roto respondió: "Fue la imagen de un papá viendo patear a su hijo. Quería decir que, pese a los horizontes difíciles, la historia de los hombres sigue".

El Alto llamó a otra vuelta de café y le preguntó al Roto si alguna vez él había hecho un regalo parecido. "Justo ahora —contó el Roto haciendo temblar al Bar de los Sábados— le estoy haciendo llegar a mi amiga un tiro libre. Trato de recordarle que, aunque haya horas en las que la realidad oprime y el aire se nos acaba, la palabra libre resiste y sobrevive". Luego propuso un brindis por la vida que, cuando los años terminan o cuando los años empiezan, siempre es un regalo generoso.

Ariel Scher
Publicado en el libro “Fútbol en el bar de los sábados”.




8 comentarios:

Hernán Gilardo dijo...

Pat Metheny!!!...eso es tener buen gusto.

Para mi -con los altos y bajos- fue un placer compartir un año más en la redacción junto a un colega (si se me permite el atrevimiento) tan generoso como vos.

Feliz comienzo del 2009!!!

HG

PD 1: Ponete al día con el monotributo que con Echegaray se acabo la joda!!!

PD 2: ¿El asado queda para el próximo 28 de diciembre?

Alejandra dijo...

Gracias hijo, es un placer ser su colega. Gracias y a su disposición.
Alejandra

Lucas dijo...

César: sólo puedo admirarte por la fuerza que demostrás en tus actos y palabras. Fue una año muy difícil para muchos, pero cualquiera sabe que en el fondo, hay pocas cosas en la vida que realmente tiene verdadero valor. Sentido. Y por eso se la profunda tristeza que debés tener. Contá conmigo para lo que necesites y fuerza para acompañar a los que te necesitan. Un gran cariño y que empieces un gran año.
Tu compañero del Golden Gate.

Anónimo dijo...

césar gracias por abrir tu corazón de esta manera tan sincera.

Mi deseo para mi es que pueda descubrir en el 2009 a un Dios tan cercano como el que vos experimentas,

saludos con mucho cariño

martina

César Dergarabedian dijo...

¡Gracias, HG! El buen gusto es de Pat Metheny. El placer fue y es nuestro de trabajar con un compañero (me gusta más esa palabra) como usted. Feliz 2009 y no se preocupe, que eso se arreglará. Si, el asado quedó para otro 28 de diciembre pero no me acuerdo cuál será el año.

César Dergarabedian dijo...

Gracias, "madre". El placer es mío. A su disposición, como buen "hijo". Cariños y buen 2009.

César Dergarabedian dijo...

Querido Lucas: Sos muy generoso con tus palabras y tu compañía y fuerzas. Me hacen muy bien. Un fuerte abrazo de tu compañero de Sausalito.

César Dergarabedian dijo...

Martina: Gracias por tus palabras. Dios está más cerca de lo que uno cree o piensa. Contá conmigo para que puedas cumplir con ese deseo. Muchos cariños y que tengas un buen 2009.