sábado, diciembre 08, 2007

Exito fácil, futuro difícil

Exito fácil, futuro difícil

Los medios de comunicación, en armonía con un modelo social que promueve el éxito fácil y descalifica a la inteligencia también son culpables de la falta de personal capacitado, afirma el periodista Ruben Levenberg en esta nota publicada el 6 de diciembre de 2007 en el semanario electrónico Bloggers Report . El análisis se refiere a la industria de las tecnologías de la información y la comunicación de la Argentina, aunque puede proyectarse al resto de los sectores que emplean ciencias duras.

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Los números de los estudios que distintas entidades y organizaciones realizan para detectar la diferencia entre la generación de recursos humanos y la demanda de personal técnico por parte de las empresas, el Estado y otras organizaciones indican que al menos de aquí a 2010 el déficit será uno de los grandes problemas para desarrollar el sector. (Ver Cocina de hoy) Pero la mayor complicación no radica en las cifras de oferta y demanda actuales y futuras sino en las escasas perspectivas que parece tener el país para revertir la situación.
La CESSI y los ministerios de Educación, Economía y Trabajo son algunas de las instancias que, a su manera, comenzaron a impulsar entre la juventud los estudios tecnológicos. Sin embargo, hasta ahora, aunque algunas cifras han mejorado, en general la matrícula se orienta hacia otras carreras.
El estudio realizado en 2006 por Prince & Cooke para Cicomra muestra que el nivel de empleo en el sector de Tecnologías de la Información, Comunicaciones y Call Centers (TICC) en la Argentina es de “alrededor de 284.000 personas -la mitad en forma directa y la otra mitad trabajando en tecnología en el resto de las empresas de la economía y en el área pública-, lo cual equivale a casi el 2 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA)” del país. Del total, el 68 por ciento tienen una formación universitaria o terciaria y el 70 por ciento maneja de manera más o menos profunda un segundo idioma. Pero además de su capacitación, los técnicos argentinos tienen un prestigio ganado en todo el mundo, por su creatividad y su capacidad para adaptarse a las emergencias. El estudio mencionado señala que “las expectativas más conservadoras calculan un total de empleados de 310.267 para fines del 2007. Este crecimiento se estima que continuará a una tasa de 8 por ciento anual, llegando a 365.031 en 2009”, con lo cual la demanda de nuevos puestos de trabajo en perfiles considerados críticos llegará, entre 2006 y 2009, a una cifra cercana a los 20.000 técnicos.
“Las brechas entre la demanda y la disponibilidad de Recursos Humanos que el estudio señala, son abordables y sugieren la necesidad de establecer líneas de acción que adecuen las respuestas del Sistema Educativo y alienten a los jóvenes a adoptar carreras técnicas”, señala el informe. Sin embargo, todavía las respuestas a esos estímulos son mínimas.
Algunos síntomas sociales señalan la naturaleza de la emergencia: El especialista en computación suele ser descalificado con el estereotipo del “nerd”, un personaje cuyo vicio es la informática y que, por añadidura, no sabe disfrutar de la vida. En cambio, un chico o una chica que jamás pisaron un aula –ni real ni virtual- pueden pasar a la extraña categoría de “famoso” por el solo hecho de encerrarse algunos días en la casita de azúcar de alguna de las versiones de “Gran Hermano”. El éxito fácil, la imagen tras la pantalla de TV y el desprestigio del estudio como una forma de acceder al conocimiento y al trabajo son algunos de los emergentes de la crisis, una crisis que, de todos modos, es una crisis de crecimiento. Al menos por ahora.

(fin)

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