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Cuánto hay que ganar hoy para ser de clase alta en la Argentina
Con un crecimiento del 17,9% en lo que va del año, las cremas de belleza son los artículos más requeridos en las cadenas de farmacias y perfumerías. El producto más vendido en esos canales es el pote de 50 gramos de la línea facial Dermaglós hidratante para uso diario. Se estima que una mujer vacía el frasco en un lapso de dos meses. El precio promedio de un kilo de esta crema (la suma de 20 potes) es de 422 pesos. El segundo producto más vendido es el Roc Retin-ox multi-corrección anti arrugas, de 30 gramos, que se consume en algo más de un mes y medio. Claro que el precio promedio de un kilo es de $ 2.846. El auge de ciertos consumos suntuarios está vinculado a la mejora de sectores que están ganando casi el doble que en 2004 y que redefinen los términos sobre quién es rico hoy en la Argentina.
Hace dos años, la consultora CCR consideraba que hogares cuyos ingresos superaban los $ 3.060, un grupo conformado por empresarios, profesionales, gerentes, jefes de cierto rango y comerciantes exitosos, eran de clase alta, el 10% de la población más favorecido por la distribución del ingreso. Ahora, la radiografía es completamente distinta. Con ese mismo sueldo en la billetera, no sólo se es de clase media, sino que la familia en cuestión se ubica dentro de la franja de menores recursos de este segmento social.
CCR reordenó la estructura social de la Argentina, en base a datos de la Encuesta Permanente de Hogares (del Indec), la Asociación Argentina de Marketing y la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE).
"La clase top, que representa el 5% más alto de la población, tiene ingresos mensuales superiores a los $ 8.000. Son individuos para quienes la adquisición de un televisor de plasma o un artículo suntuario de ese nivel no constituye una compra planificada", dice Guillermo Oliveto, director general de CCR.
De todas formas, para ser de clase alta basta con tener un poder adquisitivo de entre $ 5.500 y $ 8.000. Se trata del otro 5% más alto de la pirámide. Aunque no deciden comprar un plasma –como producto paradigmático– en un chasquido de dedos, cuentan con recursos suficientes como para hacerlo.
Hace dos años, los hogares de clase media estaban entre los $ 1.325 y los $ 3.060: eran un 20% del país. Ahora, ese mismo 20% se denomina clase media tradicional, pero hay que ganar entre $ 2.600 y $ 5.500 para estar en ese grupo, donde hay profesionales independientes, jefes, profesionales autónomos y hasta técnicos de cierta calificación.
Dentro del 30% que antes se calificaba como clase media empobrecida –que ganaba entre $ 740 y $ 1.325– ahora se realizó una partición en dos grupos: un 15% es clase media recuperada, que junta entre $ 1.340 y $ 2.600. El otro 15% es clase media en recuperación, que obtiene entre $ 940 y $ 1.340.
La canasta típica de la clase media, ajustada por inflación, es de $ 1.850. Hay técnicos, empleados, autónomos y operarios en ambas clases medias. Depende de la industria o el sector en que se desempeñen. Los vinculados a actividades exportadoras (alimenticia, petrolera y automotriz, por ejemplo) corren mejor suerte que sectores de consumo doméstico (como comercio minorista). El 40% del país sigue siendo pobre. Antes lo eran quienes tenían menos de $ 740 mensuales. Y ahora, menos de $ 940.
(fin)
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